La Gestalt, más allá de una psicoterapia, es un enfoque humanista, cuyo objetivo es desarrollar el potencial humano que tiene cada persona, independientemente de si está inmersa o no en algún tipo de crisis emocional y/o vital.

Propone vivir aquí y ahora, trabajar el darse cuenta, cerrar asuntos inconclusos, reconocer las necesidades legítimas de cada un@ y la manera de satisfacerlas creativamente. Por tanto va más allá de la mera resolución de dificultades y conflictos de la vida cotidiana, para proponer a la persona la toma de responsabilidad sobre su vida.

Un pilar de este enfoque es una escucha atenta por parte del terapeuta, cuya labor se centra en facilitar el darse cuenta sobre las emociones, pensamientos y actitudes del cliente. El terapeuta, en su formación, también pasa por un proceso personal y vivencial de crecimiento. Sabe por experiencia propia cómo es estar sentado en la silla del cliente, o realizar los ejercicios y técnicas propuestas al cliente. 

No hace terapia quien tiene problemas. Problemas los tiene todo el mundo. Hace terapia quien quiere resolverlos.  

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